'Nadie Sabe Nada' regresa a la normalidad. Bueno, si es que alguna vez ha sido un programa normal. Y para muestra, un pollo de goma y una máquina percutora. No contamos nada más pero es la muestra más real que en el 'Nadie' puede pasar de todo. El resto de minutaje, Andreu Buenafuente y Berto Romero llevan el contenido de un lugar a otro: desde cartas recibidas en las que se habla de Tyrone Power y Gina Lollobrigida, de palabras que molan por su significado o sonoridad, de ser cubano por razones tecnológicas, de frutas escarchadas, de moscas tragadas al respirar y el habitual linchamiento a los malditos mosquitos. Tal y como dicen: 'Nadie Sabe Nada', un contenedor de inseguridad.
